Amor, pasión y paciencia, los ingredientes secretos del "Mejor alfajor del mundo"

HISTORIAS QUE INSPIRAN 20/08/2022 Josefina Echezárraga Josefina Echezárraga
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Fabiana Ocaranza, emprendedora argentina.

Hace algunas semanas en Buenos Aires, se realizó el Mundial del Alfajor, con marcada presencia de emprendedores de varias provincias pero también de otros países. Fue un evento de una gran relevancia. Durante casi tres días, más 350 muestras fueron degustadas a ciegas por los jurados que buscaron aquellos sabores que conquistaran su paladar. “Milagros del Cielo”, un emprendimiento marplatense, fue el ganador. 

Hasta allí parecía ser sólo una noticia más, pero en Quintaesencia algo nos decía que detrás, había una historia que debía ser contada. ¿Quién o quiénes hacen ese alfajor? ¿Qué sintieron al saber que habían recibido el título del mejor alfajor del mundo? ¿Por qué se llama Milagros del Cielo? El desafío era al menos intentar responder esas preguntas a sabiendas de que, seguramente el contexto de quien acaba de ganar semejante premio sería agitado. En periodismo, como en la vida misma decimos: "A por ello, pues él no ya lo tenemos". 

Y para nuestra sorpresa, solo bastó un poco de paciencia para que la respuesta a un mensaje en redes sociales llegará con un número de teléfono, que sirvió para enviar un mensaje. El cual a su vez recibió una contestación casi inmediata a través de un mensaje de voz: “Hola, ¿Cómo está Corrientes? Mi nombre es Fabiana, esta tarde podemos charlar”. Es que los milagros son cosas de todos los días.

Fabiana Ocaranza (58) se siente marplatense más allá de que nació en el barrio porteño de Caballito. Al mes de vida, sus padres y ella se mudaron a Mar del Plata, ciudad que adoptó como suya y donde hace 22 años decidió montar su emprendimiento de chocolatería y alfajores. “La verdad es que, junto a un maestro pastelero, decidimos comenzar un emprendimiento chiquito, pero el que cada paso que dimos fue porque realmente había mucho amor, pasión, paciencia y ganas. Amamos realmente hacer alfajores y gracias a nuestros clientes de toda la vida, llegamos hasta acá, por medio de la publicidad de boca en boca”, nos cuenta su dueña, pero al mismo tiempo creadora y alma de Milagros del cielo.

El camino del emprendimiento fue complejo: “Nos especializamos en alfajores y chocolate, a lo largo de los años generamos un vínculo muy cercano con los clientes, los escuchamos, buscamos darles productos que puedan llevar a su mesa y compartir con la familia, son alfajores, ricos, con sabores muchas veces innovadores. Y al estar en una ciudad conocida por tener esa reminiscencia a las vacaciones, logramos que las personas puedan unir el sabor a un momento feliz, como son las vacaciones”, cuenta a modo de contexto. 

“En esto de escuchar a nuestros clientes, sobre todo a aquellas que ya se han transformado en amigas y amigos, siempre me decían: 'Fabi, tenés que hacer más publicidad, tenés que mostrar más'. Así fue como a principios de este año, comenzamos a trabajar con la universidad en un proyecto en el que los estudiantes del último año de la carrera de Comercio Exterior hacían su tesis y colaboraban para que el producto esté listo para ser exportado, esa era mi meta para este año”, cuenta durante la charla telefónica. 

Un milagro del cielo 

Fabiana jamás imaginaria que agosto escondía un milagro que le cambiaría la vida. 

¿Cómo nació la idea de ir al Mundial? 

Unas amigas me contaron que se hacía este evento. Yo venía de otra feria en Buenos Aires y estaba un poco cansada, pero igual dije voy a entrar a preguntar. Charlé con los organizadores, me ofrecieron si quería un estand y les agradecí les dije que no, pero sí me anoté al concurso. Miré las bases y envié 24 productos de alfajor mousse de licor y 24 de mousse de avellanas, son los sabores que sentía dentro mío que debían ir, pues son nuestras niñas bonitas.  

Jueves y viernes se hacia la cata a ciegas, asi que me fui para Buenos Aires con mi hermana Mariela, nos dedicamos a pasear por la ciudad, a disfrutar, porque sabíamos que eran los días de cata y debíamos esperar hasta el viernes a la tarde. Por la cantidad de productos que había, la organización decidió dar el resultado el sábado. Fui cerca de las 10, habían 15 seleccionados por categoría, logré ver que el mío era una de ellos, casi me quiebro, no podía llorar, asi que tomé aire y seguí esperando. Cuando hicieron la descripción del mejor alfajor del mundo, dijeron: 'Desde Mar del Plata hasta el Mundial del Alfajor", supe que era nuestro producto y las lágrimas comenzaron a salir, ya no me pude contener más. Te lo cuento y lo vuelvo a sentir, una emoción que no se compara con nada que haya sentido antes.

¿Te lo esperabas o sentís que fue un milagro? 

Jamás me hubiera imaginado, viste que los milagros son así, por ahí lo estás esperando durante mucho tiempo y un día ¡pum! se dan. Pero también hay de esos milagros que son tan inmensos que ni te atrevés a soñarlos, pero todos los días, te levantás con una meta, hacer lo que te gusta desde el corazón, dar lo mejor. Así día tras días, disfrutando de lo que hacés, dándolo todo. Creo que este milagro es fruto de eso, de un trabajo silencioso, pero lleno de amor, que no se detuvo ni un solo día, que creció porque tuvo cerca a personas que todos los días venían y compraban un alfajor, que cada año cuando llegaban a Mar del Plata de vacaciones pasaban por el local y te decían son riquísimos y claro, había gente que en chiste me decía "son los mejores alfajores del mundo". Este premio fue un milagro porque me cambió la vida a mí y a todos los que trabajamos en la empresa. 

¿Qué hay detrás de los alfajores que hacen? 

Hay una familia. Somos siete en total. Somos una empresa muy chiquita que hace todo de manera artesanal, por eso siempre digo que nuestros alfajores tienen quizá los mismos ingredientes que muchos otros: chocolate, dulce de leche, mousse, pero también tienen ingredientes secretos, en nuestro caso son amor, pasión, paciencia. Pero sí, sobre todo amor por lo que hacemos, porque siempre creí que el producto se impregna de eso. Si tuviste un mal día, tal vez sale una tanda de alfajores que no salen ree bien, hay algo que cambió en vos y lo mismo pasa cuando hacés las cosas con amor, con ganas, es un ingrediente secreto, que es de esa empresa y que es imposible copiar. 

¿Por qué le pusiste Milagros del cielo? 

Creo en los milagros, porque que yo esté viva es un milagro. Cuando yo era muy pequeña, tenía una enfermedad en la sangre que me podría haber costado la vida, necesitaba un medicamento que "milagrosamente" llegó, además me gusta mucho el cielo, todo lo que hay allí, me apasiona, así le puse el nombre hace 22 años. 

¿Cómo trabajan los sabores exóticos? 

Junto al maestro pastelero, hacemos pruebas una y otra, un poco como alquimia, probamos, hasta que consideramos que llegamos a un producto que va a gustar, ya te digo acá todo es del día a día artesanal. 

¿Qué creés que caracteriza a los alfajores que hacen? 

Creo que el alfajor es un medio de comunicación y al mismo tiempo, se ha transformado es un sabor que transporta a las personas que lo comen a momentos felices, porque muchas personas relacionan estos alfajores con las vacaciones, con momentos en familia, con un rato compartido con alguien que se tomó la molestia de comprar una caja mientras estaba de vacaciones y llevarla para regalar. Sin ir más lejos, después del premio me escribió un chico de Buenos Aires para decirme que Milagros del Cielo le hacia acordar a sus abuelos, porque cuando era niño, siempre venía con ellos a Mar del Plata y los comían, ellos ya no está pero él los sigue comiendo y le recuerda a esos momentos. Eso es lo esencia, que caracteriza a los alfajores que hacemos, que su sabor te permite revivir momentos hermosos. 

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Recién mencionaste, los mensajes que te llegaron cuando tus clientes se enteraron la noticia. ¿Qué paso el día después del premio? 

Cambió mi vida. Cuando salí del lugar, decidí caminar varias cuadras, iba llorando de alegría, sintiendo una felicidad que me inundaba. Me di cuenta que una cosa así no iba a volver a sentir jamás en mi vida, y si me pasara algo similar nuevamente, no sería igual, fui consciente de que estaba sintiendo algo hermoso. Entonces decidí que quería sentir lo que sentía, vivirlo muy presente, no enloquecerme, porque también me imaginaba que iba a tener que responder a una demanda a la que no había forma que hagamos frente sin hacerle ajustes a la producción. Y me dediqué a sentir, a recibir todo el amor de las personas que por más de 20 años habían ido al local, mensajes hermosos, en el teléfono porque en Mar del Plata, todos tienen mi número, mis clientes, amigos y familia me empezaron a llamar. En las redes sociales los comentarios no paraban, la gente enloqueció y yo me dediqué a disfrutar de ese momento único. 

Mirá, ya han pasado más de 10 días y los llamados siguen, las entrevistas a medios no paran y los pedidos son una constante. Estamos tratando de cumplir con todos, pero decidimos pedir paciencia.En un mes y medio estimamos que la fábrica se va a poner a tiro y vamos a poder responder con la demanda. 

Fabiana nos cuenta que, así como no se esperaban este inédito giro del destino, tampoco saben muy bien como seguirán las cosas: "Este premio nos vino a poner la vara más alta, nos pide que trabajemos más, que cumplamos con todos nuestros clientes de siempre y ahora también con los nuevos que se están sumando desde todo el país. Estamos poniendo a punto la plataforma online que nos va a dar la posibilidad de organizarnos, también de vender al exterior, se vienen muchos desafíos, pero vamos paso por paso". 

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Fabi, como le dicen sus amigos, sabe que el premio es un escalón más en el difícil camino de hacer un productos artesanal pero con calidad mundial. “Sabíamos que estábamos haciendo algo de buena calidad, sabíamos también que lo hacíamos con el alma y cuando uno hace las cosas desde ahí es difícil equivocarse, pero ahora se presentan nuevos desafíos, estamos felices de poder contar con un equipo de personas que se está trabajando todo, porque imagínate, hoy estamos a tope vendiendo 500 alfajores por día, una cosa que jamás imaginamos y con muchísimos pedidos, esto solo se logra con gente que se apasiona por lo que hace”, dice. 

La charla con Fabiana fue telefónica, pero ella tuvo las palabras justas para contar que significan sus alfajores la chocolatería y la empresa que hoy tiene proyección mundial.  

Si quieren conocer más sobre este emprendimiento síganlo en @milagrosdelcielo_mdp


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