Iliana, pasión y propósito en la enseñanza de las artes visuales

Para Iliana Centurión las artes visuales son casi su razón de vivir. Tanto es así que reparte las horas de la semana entre varias instituciones educativas de la localidad de Saladas (distante a 100 kilómetros de la capital correntina), pero, además, se hace el tiempo para estar presente en algunas actividades del Movimiento Internacional de Muralistas Italo Grassi, del que forma parte hace un par de años. En una charla vía Zoom, contó a Quintaesencia cómo encontró en ambas actividades la forma de compartir su pasión. 

“Trabajo en el colegio secundario del barrio Estación de Saladas, que está orientado en Artes Visuales; además estoy a cargo de las cátedras de Pintura y de Historia del Arte en la subsede Pago de los Deseos del Instituto de Formación Docente (IFD) de Mburucuyá; también estoy en la cátedra de Lenguajes Artísticos Integrados, del Profesorado de Educación Primaria de Saladas”, contó la docente saladeña de 35 años de edad a modo de contexto.

Como una forma de reafirmar cómo está atravesada por el arte y la estética, Iliana dijo que también se formó como diseñadora de interiores, además de haber cursado el profesorado en Artes Visuales en el Instituto Superior Josefina Contte. 

¿Cómo te relacionaste con el mundo del muralismo?, fue la primera pregunta ya que días atrás participó del Encuentro de Muralistas que se realizó en el marco del aniversario de la Escuela Regional de Capital. 

A lo que respondió: “Bueno, no hace tantos años que estoy en el tema de murales. A través de algunos amigos, me fueron llegando las propuestas y las invitaciones. Al principio las rechazaba, pero siempre me alentaban a que fuera parte del Movimiento. Hasta que un día decidí formar parte y aceptar la invitación”.

Alejandro Lacava, también docente y muralista, fue una de las personas que más incentivó a Iliana a ser parte del movimiento. “Además, cuando todavía estaba estudiando, él era director de Educación Artística y trabajamos en varios proyectos, como también metiéndome más en el mundo de los murales y poco a poco, me fui animando a trabajar en grandes dimensiones”, agregó.

El disfrute por el arte, también se puede contagiar.

El primer gran proyecto que llevó a cabo fue el mural para la Casa del Bicentenario de Saladas. Esto sucedió en el año 2017. “Participaron varios colegas muralistas de Corrientes, junto a un grupo de alumnos. Después fuimos trabajando en distintos formatos, por ejemplo, en el Congreso de Arte, hicimos murales móviles sobre telas. En el año 2019, con otro grupo de amigos y alumnos del colegio, pintamos también un mural relacionado a las culturas latinoamericanas, en uno de los ingresos a la localidad de Saladas. Esta actividad se concretó en el marco de la Semana de las Artes”, enumeró Iliana. Además, tuvieron la oportunidad llevar su arte en un paño de pared en la Escuela 97. 

En relación a qué significa para ella el poder transmitir su conocimiento y compartir este tipo de experiencias con sus alumnos, la docente saladeña señaló que se trata de una experiencia muy enriquecedora. “Trato de transmitirle eso a mis alumnos porque siempre decimos que los muros hablan y es una manera de comunicarnos, de mostrarle a la sociedad, no solo lo que hacemos sino también generar conciencia sobre algunas temáticas o, dando a conocer nuestra cultura, nuestra flora y fauna. Es decir que dejen un mensaje”, puntualizó.

En relación a qué tipo de técnica utilizan en las obras de grandes dimensiones, Iliana respondió que se siente más cómoda con pintura, “porque no sólo es más accesible en cuanto a costos, sino también en cuanto a tiempo. Es una técnica muy simple, muy rápida y que puede colaborar cualquier persona interesada, sin necesidad de tener mucho conocimiento previo”. 

Por otra parte, y casi como una confesión, contó que el esgrafiado es una técnica que le gusta mucho pero que también implica otros tiempos, “además de que se debe estar más pendiente de hacer bien las mezclas, de lograr los colores definidos, que las paredes estén bien preparadas y las capas también”, indicó. Sin embargo, con la pintura, siente que tiene mayor libertad. 

Muralismo con alumnos, una de las propuestas
desarrolladas por Iliana en la escuela.

Ahora, Iliana y sus alumnos del Colegio orientado en Arte fueron convocados por el Concejo Deliberante de Saladas para realizar una escultura sobre las mujeres de Malvinas. “La propuesta es que esté emplazado en un espacio ubicado en unos de los ingresos a Saladas, donde ya hay obras que homenajean a los excombatientes. Tenemos un plazo de 60 días para trabajarlo. La intención es trabajar con un diseño bastante contemporáneo, como también que esté hecho con materiales en lo posible reciclables, es decir, trabajar un poco con el vidrio, el metal, desechos de chatarrería, entre otros”, relató.

Por lo pronto, los alumnos están recabando información, informándose sobre el rol que ocuparon las mujeres durante el conflicto bélico ocurrido hace 40 años en el Atlántico Sur.

¿Qué te desafía como docente?, fue otra de las preguntas formuladas a Eliana, a lo que respondió: “Poder presentarles nuevos proyectos. Siento que es la única manera de estar siempre motivado, buscando nuevas estrategias, nuevos materiales y hasta ahora, siempre encontré buena recepción en los alumnos. Esto a su vez genera que diversas instituciones nos convoquen para realizar proyectos, lo cual también me da mucho orgullo como docente”.

Por otra parte, contó que siempre se busca incentivarlos a que investiguen, que indaguen sobre las distintas expresiones artísticas. “En esa línea, por ejemplo, un grupo de alumnos tuvo la oportunidad de viajar a la Expo Arteco, que se realizó días atrás en Capital. Siempre tratamos de gestionar distintos viajes para que ellos conozcan y no se queden solamente con lo que le transmitimos en el aula”, aseguró. 

En cuanto a cuál es su mayor satisfacción como docente, Iliana dijo con una gran sonrisa: “Poder acompañarlos en este camino de búsqueda y exploración de las artes visuales como una forma de compartir lo que los alumnos sienten y vivencian”.

Aportar pinceladas para que las paredes hablen.

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