Un taller de telar como espacio de encuentro y aprendizaje

HISTORIAS QUE INSPIRAN 04/06/2022 María del Carmen Ruiz Díaz María del Carmen Ruiz Díaz
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El desafío continuo de aprender y compartir saberes.

Una conocida frase dice que el maestro aparece cuando el alumno está listo, esto implica que -ante todo- el alumno debe tener ganas de aprender y estar dispuesto a aventurarse a nuevos desafíos. Ese podría ser un resumen de la sinergia que ocurre entre Rosa Bonastre y más de una veintena de alumnos adultos que, todos los sábados, se juntan para aprender sobre telar, tejido y otras manualidades.

Ese encuentro se da todos los sábados desde hace seis años en la ciudad de Bella Vista, pero hace poco tiempo, se reúnen en la sede de la Asociación Civil Juventudes Acumuladas.

En una charla telefónica con Quintaesencia, la docente realizó recorrido por este tiempo con quienes asisten a sus clases que se caracterizan por ser "mixtas, ya que no sólo contamos con alumnas, sino también con alumnos", comentó.

Ante la consulta de cómo surgió la posibilidad de realizar este taller que depende de la Municipalidad de Bella Vista, la docente dijo que cuenta en su haber con 23 años de docente en Artística, es decir dibujo, pintura y demás artes visuales. "En algún momento se me ocurrió comenzar a enseñar algunas algunas manualidades, por llamarlo así, para que tuvieran un conocimiento que les permitiera generar ingresos económicos a través de una salida laboral", contextualizó.

En paralelo, una concejal conocida como "Camencha" Vizini le propuso armar un proyecto de taller para ser presentado al entonces intendente Walter Chávez, quien lo aprobó y entonces Rosa, se puso a prepararse para empezar a dar clases. Pero nada podía haberle anticipado lo que sucedió el primer día de clase: "Pensaba, 'bueno, van a ir 20 personas 30 personas', pero no sabés la sorpresa que me llevé, fueron 80. Me asusté, te confieso que me asusté porque no me esperaba generar esa convocatoria. En especial porque también asistieron hombres, asi que fue muy grato para mí".

2038a4e1-9b47-4ebf-afc5-8fe9358a1bb8Detalles, su importancia y cuidado en
las manualidas aprendidas en el taller.

Recordó que cuando esa noche volvió a su casa, la cabeza le daba mil vueltas: "Me decía: '¡Dios mío, cuánta gente que quiere aprender!' Así empezamos y nunca paramos. Y en todo este tiempo, fueron muchas las familias que se fueron vinculando con el taller, ya sea directa o indirectamente, ya que lo que aprendían en las clases, lo podían convertir en productos y comercializarlos".

Rosa remarcó que una de las particularidades que tiene el taller, es "el entusiasmo que tienen todas cuando empezamos la clase, en especial las mujeres porque allí son todas iguales, no hay diferencias en niveles sociales, todas somos iguales".

Para algunas de las técnicas manuales que enseña se utiliza telares cuadrados, de bastidores y "se confeccionan caminos de mesa, pie de cama, ponchos cuellos, chalina, o sea, que con distintos tipos de insumos digamos, no solamente lana sino también hilo. También damos bordado mexicano, bordado ruso, pintura en tela, pintura en madera, decoupage, pintura en relieve, aprenden a usar los esténciles y ahora, también estamos trabajando con la técnica de alambrismo, que está muy de moda y que es muy útil".

Ante la pregunta de qué le genera a ella como docente y como persona, llevar adelante este taller, Rosa contó que "mucha satisfacción a muchas personas les dio la posibilidad de generar ingresos, por un lado, pero también tenemos historias de mujeres para quienes el taller constituyó una especie de cable a tierra. Por ejemplo, hay una señora que perdió un hijo de manera trágica y estaba muy depresiva, con pocas ganas de seguir viviendo, y una amiga le comentó del taller y un día se animó a asistir al taller, habló conmigo, me contó su historia y me preguntó si podía asistir. Por supuesto, le dije que sí y con el tiempo, poco a poco, le fue cambiando la vida porque encontró un incentivo para seguir viviendo. Ahora, puede generar ingresos a través de lo que produce con sus manos y con las técnicas que aprendió en el taller. Eso, me llena el alma y me emociona".

Los alumnos del taller tienen la oportunidad de generar ingresos económicos a través de lo aprendido en clase.

Además, contó que hay señoras mayores que encontraron en este espacio, una oportunidad para cultivar amistades, armaron grupos para compartir otras actividades fuera del taller. "Por ejemplo, armaron un grupo de WhatsApp y cuando una de ellas está triste, lo cuenta y entre todas se van ayudando, se van acompañando y conteniendo".

Durante estos seis años, según contó Rosa, tuvieron la oportunidad de participar en distintos eventos. "Ahora por ejemplo nos estamos preparando para participar de una feria que se va a realizar el 18 de junio. Cuando les conté que teníamos una invitación para ir a exponer y comercializar los trabajos, ellas se pusieron muy felices, además de ansiosas", contó con una sonrisa.

Por otra parte, la docente de Artística cuenta que siempre, cada clase le depara una sorpresa diferente, interesante "porque vienen con algunas propuestas o porque reciben con mucho entusiasmo las propuestas que les haga. Eso es muy alentador para mí, como también desafiante porque implica que siempre tengo que generar nuevas propuestas".

Finalmente, Rosa dijo -casi a modo de confesión- que nunca imaginó la dimensión que iba alcanzar esta propuesta, "como tampoco el afecto que me brindan, pero te puedo asegurar que me siento más que retribuida, pero también muy agradecida por el compromiso que tienen para con el taller, eso también es muy gratificante".

9d584a07-b424-4de9-9365-674faf604301Un taller para aprender y compartir.


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