Detritos, un emprendimiento que ayuda a convertir residuos en recursos

La base de un emprendimiento es siempre poder resolver un problema, atender una demanda creciente y hacerle la vida un poco más fácil a las personas. La pandemia, sin duda potenció hábitos más sustentables en muchos que, tras varias semanas de encierro, comprendieron que no todo lo que tiraban era basura. 

Las composteras hogareñas ganaron espacios y Fede -junto a su esposa-, decidieron comprar una para colocar en el balcón de su departamento. Jamás imaginarían que esa acción lo convertiría más tarde en emprendedores. Quintaesencia entrevistó esta semana a Federico Revidatti Turpin, un joven que tras detectar una necesidad, decidió poner manos a las obras y ayudar a quienes querían comenzar a convertir sus residuos en recursos. 

“Detritos nace un poco por casualidad luego de comprar la compostera hogareña porque, una prima me planteó que le gustaría tenerla pero no sabría qué hacer con el producido una vez que esta esté llena. Entendí que había una posible demanda, así es que busque un predio, luego contacté a la empresa que me vendió la compostera y me convertí en revendedor pero con un plus, además de venderla, ofrecería el servicio de retiro del producido, para terminar el proceso de maduración y luego podría vender ese mismo producido”, nos cuenta el joven a modo de resumen. 

Luego de pensar el plan de negocio, analizar costos y sobre todo consultar a amigos y familiares, Fede se lanzó en marzo del 2021. “Luego se sumó mi primo Gustavo Revidatti Montanaro, quien hacía poco se había recibido de licenciado en Administración de Empresas, y junto con mi profesión de licenciado en Gestión Ambiental, decidimos juntar ambas profesiones y durante todo el año pasado comenzamos a desarrollar la propuesta. Primero lo hicimos en un terreno chico y luego en uno más grade, donde llevamos todo lo que retiramos de las composteras de nuestros clientes”, explica. 

Durante la entrevista, Fede nos cuenta cómo funciona la compostera que con estética novedosa, colores innovadores y ocupando un mínimo espacio, se convierten casi en un objeto decorativo para sitios reducidos, pero este pequeño objeto guarda en su interior todo el producido orgánico de un hogar para dar lugar a un proceso químico que involucra un delicado equilibrio entre el carbono y el nitrógeno y que, poco a poco, haciendo girar la compostera, logra desintegrar la materia convirtiéndola con el tiempo en el popular compost. 

¿Compostar es una moda? 

Creemos que no es así, si bien en pandemia hubo un boom de gente separando su residuo, hoy realmente hay un cambio de mentalidad. La gente de entre 30 y 40 años, entiende que no todo lo que sale de su casa debe ser basura, sabe que puede hacer algo, se toma el tiempo, los más jóvenes ya vienen con ese chip puesto, pero hay cada vez más gente que entienden que compostar es un cambio de hábito que ayuda al planeta. 

¿Cuál es la primera consulta que les hacen cuando piden asesoramiento? 

La gente lo que más temor tiene es que largue olor, se asocia a la basura del basurero, cuando les explicamos que si el proceso está bien hecho no va a tener olor ni juntar bichos y les mostramos las fotos de cómo están las composteras de nuestros clientes, ese miedo desaparece. 

¿Qué se puede compostar? 

Todos los residuos orgánicos, húmedos y secos, con algunas excepciones como por ejemplo carnes, pollo, grasas, huesos, igual en la primera asesoría les explicamos todo y les dejamos un manual con instrucciones. 

En general la gente sabe bastante bien cómo funciona el compost, sabe que puede poner cascaras de frutas, verduras, yerba, papel, cartón, cascara de huevo, por ahí se asombra cuando le decimos que puede poner también hojarasca, ramas o poda de plantas del jardín, en general las consultas en ese sentido son pocas. 

¿Cuánto tarda en producirse un proceso completo? 

Ahora que ya llevamos el control de varios clientes, tenemos un registro, por ejemplo si son una o dos personas la compostera se llena en dos meses, allí pasamos a retirar; pero a ese proceso aún le va a faltar uno o dos meses de maduración, por eso es que debemos colocar ese producido en un espacio propicio, darle las condiciones que necesita para continuar su proceso y convertirse en un buen compost.

Por ejemplo si son una o dos personas en la casa, la compostera se llena en dos meses. 

Entonces, ¿Detritos llega para dar dos soluciones? 

Exactamente, por un lado ofrecemos la compostera, muchos la piden para departamento pero también nos la piden para casas con patio, por otro lado ofrecemos el servicio de retiro del producido, quienes tienen patio terminan la maduración en su jardín, pero quienes no tienen encuentran en Detritos el circulo completo. 

¿Qué es lo que más le llama la atención a las personas que se suman a compostar? 

Una de las cosas que más notamos que asombran a la gente es que cuando comienzan a separar y a compostar, la basura hogareña se reduce muchísimo. La gente lleva mucho plásticos y vidrios a los Puntos Verdes distribuidos en la ciudad y, si además compostás, lo que arrojás a la basura realmente es muy poco y la basura se saca cada vez menos. Eso asombra mucho porque ven el cambio que significa, además ven como lo que antes largaba olor o líquido se convierte en algo que es útil y muy benéfico para las plantas, pueden ver el proceso en el que la que entra a la compostera se convierte lentamente en tierra. 

¿Hacia dónde esperan que crezca Detritos? 

Estamos evaluando distintos objetivos, pero sin dudas uno de los desafío que tenemos por delante es llegar a las instituciones educativas, actualmente trabajamos con un jardín de infantes que nos compró una compostera y son los niños quienes se encargan de colocar sus cáscaras de frutas y, son ellos mismos, quienes la hacen girar y van viendo cómo se da el proceso, esa información ellos llevan a sus casas y nos parece muy importante. 

Por otro lado, tenemos la idea de trabajar con consorcios, ofrecer el servicio y trabajar en mayor volumen. 

Detritos, un emprendimiento correntino que busca llevar soluciones sustentables sobre todo a quienes viven en pequeños espacios, nos enseña a como con pequeñas acciones se pueden lograr cambios importantes. “hay un cambio de mirada en la gente, hoy sabemos que para que las cosas cambien debemos empezar por casa, entendiendo que basura es solo una mínima parte de lo que tiramos, el resto puede recuperarse, solo basta cambiar hábitos y querer hacerlo”, resume Federico. 

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