Encontrar un nicho y desarrollar una propuesta con el desafío continuo de crecer

Fabricio Rodríguez es un joven de 27 años recién cumplidos que decidió hacerle frente a algunos miedos, romper moldes y atreverse a poner en marcha una idea. Así, nació Ohlala Saludable, una propuesta de comidas congeladas sin TACC (sin trigo, avena, cebada ni centeno). Para conocer cómo fue el camino que debieron recorrer desde sus inicios hasta acá, Quintaesencia charló con el responsable de la iniciativa.

"Soy de Concepción, donde mi familia tuvo la primera farmacia que la inició mi bisabuelo y que después dio origen a una cadena de farmacias en varias ciudades. Por eso, y desde muy chico, siempre estuve vinculado por decirlo así, como el rubro comercio. A los 11 años vine a vivir a Corrientes capital y a los 18, tuve la oportunidad de trabajar, por dos años, en el rubro hortícola en Bella Vista. Por lo tanto, siempre estuve vinculado a los emprendimientos privados", contó Fabri en el inicio de la charla y a modo de contextualización. 

Después, pasó a ser parte del staff de la empresa familiar, "y allí tuve la oportunidad de aprender muchísimo en 'la cancha', como dice, y así tuve la oportunidad de ir contrastando lo que fui aprendiendo en mi carrera de Administración. En paralelo, había empezado Arquitectura, que si bien siempre me gustó fue ante todo un desafío porque estaba haciendo algo que estaba por fuera de la 'tradición' de mi familia. Pero al cabo de dos años la dejé y terminé mi primera carrera", relató.

Una vez que hizo pie en la firma comercial de la familia, asumió el desafío de establecer planes de sustentabilidad como también, conformar equipos de trabajo. En este punto, Fabri comentó que: "Este camino es muy interesante porque por un lado hay que estar atento cuáles son los escenarios que se presentan a nivel coyuntural, analizar y definir estrategias para el sostenimiento de la firma. Pero por, también es fundamental tener conocimiento sobre el trabajo que se da puertas adentro con el personal, porque también conlleva una serie de procesos y dinámicas diferentes".

Fabricio Rodríguez, el mentor de Ohlala.

Emprendimiento propio

Pero en paralelo, él sentía la necesidad de generar un emprendimiento propio en el que poder definir sus propias estrategias, tomar decisiones, asumir los riesgos y los errores, cosa que no podía "experimentar" con la firma familiar por diversas razones.

Entonces empezó a pensar qué podía gestar y cómo llevarlo adelante. Así, en plena pandemia, arrancó Ohlala Saludable.

"Comencé a buscar qué productos podía poner en mercado. Y entendí que la alimentación saludable, en especial la que es sin gluten, es una tendencia que va en aumento y creo que no va a pasar, porque no es una moda", dijo Fabri.

En esa línea, comentó que también entendió que este tipo de productos tampoco se encontraba en los almacenes naturales o dietéticas que comenzaron a abrirse cada vez más en la ciudad y la región. "Estos comercios vienen a competir casi directamente con los supermercados, con la gran diferencia de que estos ofrecen productos procesados y que cada vez más consumidores buscan opciones para sacarlos de sus dietas", reflexionó.

Ensayo y error

Según contó, Ohlala no nació como propuesta de pastas congeladas, sino que fue consecuencia de un proceso de ensayo y error. La primera propuesta presentada en el mercado fue la venta de verduras cortadas envasadas al vacío, listas para ser utilizadas en distintos platos como sopas o rellenos de tartas, por ejemplo. "Pero entre otros inconvenientes con los que nos encontramos -por ejemplo-, estaba el hecho de que los consumidores no tenían el concepto de que comprar nuestros productos y dejar de ir a la verdulería. Esto nos llevó a reconvertirnos", señaló.

Teniendo en cuenta de que las pastas poseen un alcance mucho más masivo, decidieron explorar ese camino. "Y nos dimos cuenta que era un producto faltante en el mercado y nuestro objetivo fue -desde el principio-,  abastecer a las tiendas naturales", señaló.

En todo este proceso fue fundamental el rol de Bruno Fader, su socio y chef, quien tuvo la responsabilidad de ir probando las distintas opciones para la base de las pastas para después, conseguir la aprobación de algunos allegados que no consumen gluten.

"...nos dimos cuenta que era un producto faltante en el mercado y nuestro objetivo fue -desde el principio-, abastecer a las tiendas naturales."

La cuestión del envase para las pastas también fue un desafío porque al principio las comercializaban en caja, pero generaba un sinnúmero de inconvenientes. Entonces, consiguieron unas bolsitas con un cierre hermético, "lo que también dio un valor agregado porque además de ser un producto innovador, también tiene una presentación diferente", aseguró Fabri.

Ahora están ideado una campaña de promoción para reutilizar esas bolsitas e incentivar el cuidado del ambiente.

Por lo pronto, los productos de Ohlala se pueden encontrar en casi todas las tiendas saludables de Corrientes y también, están comenzando a tener presencia en otras ciudades de la provincia como, por ejemplo, Concepción; además de algunos comercios de la provincia de Chaco.

Asimismo, están incursionando en la línea de viandas como otra línea de negocio y ultiman detalles detalles para presentar una propuesta de ensaladas, las cuales se podrán conseguir a través de la aplicación de Pedidos Ya. Otra ventana de comercialización de esta propuesta que se les está abriendo es, a través de las estaciones de servicios de YPF de la provincia.

No obstante, y en lo inmediato, también están ultimando detalles referidos con la habilitación bromatológica, lo cual es un requisito fundamental por tratarse de productos alimenticios.

Más allá de estas cuestiones que hacen al estándar de calidad de los productos, a las que se debe sumar la coyuntura económica del país, Fabri y Bruno siguen proyectando el crecimiento de Ohlala porque -ante todo-, creen en el potencial de su producto. 

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Para acceder a más información sobre estos productos, podés ingresar a su cuenta de Instagram ohlala_saludable.