Prácticas de yoga al aire libre para lograr el bien-estar

GENERAL 26/06/2021 María del Carmen Ruiz Díaz María del Carmen Ruiz Díaz
Feliz y agradecida

El yoga es una práctica física, mental y espiritual de tradición antigua, que se originó en la India. La palabra yoga proviene del sánscrito y significa unidad porque simboliza la unión del cuerpo y la mente. 

Esta actividad está también cada vez más extendida en esta región del mundo. En Corrientes y Resistencia, desde hace un par de meses también se la practica al aire libre. En ambos casos, surgió como una alternativa para moverse y levantar las defensas del sistema inmune, además ser casi un gesto atrevido de conectar el cuerpo y las emociones en un espacio público. 

Quintaesencia entrevistó a las profesoras responsables de estas prácticas en ambas orillas del río Paraná, Carolina Sbárbaro y Stefanía Vizgarra.

El granito de arena de Caro

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Caro lista para la clase en laguna Argüello.

Carolina Sbárbaro es una mujer de ojos achinados casi en forma continua, ¿por qué? Porque siempre tiene dibujada una sonrisa de oreja a oreja, la cual quizás se fundamenta en la búsqueda continua de conexión con su esencia, tanto en la superficie mínima de un mat de yoga como en la vida cotidiana. 

Cuando en marzo del año pasado el mundo se vio sumido en una parálisis abrupta a raíz del aislamiento como medida preventiva de contagio por el Coronavirus, ella llevaba un par de semanas batallando con un fantasma que irrumpió de golpe en su vida. 

En una entrevista realizada semanas atrás en el programa Frecuencia Interna que se difunde por Radio La R, en la que participó esta periodista, Caro contó esos cambios:

“Todo empezó en enero del 2020 cuando tuve un ACV que me dejó secuelas mínimas pero que, implicaron un gran llamado de atención a las emociones y a determinadas situaciones. Como también el pensar que ese tipo de situaciones no me iban a pasar porque siempre llevé una vida muy saludable, desde la alimentación hasta con la actividad física”, contó. 

Más allá de esas batallas en las que se vio sumida, entre las emocionales y un sinnúmero de estudios médicos, ella siguió adelante con la premisa de buscar respuestas profundizando el camino de salida que lleva hacia adentro. Para ello también echó manos a varias terapias alternativas y complementarias, que la fueron ayudando. 

De a poco, cuando se fue animando y retomando algunas actividades habituales, sabía que había algo que le faltaba y eran sus clases de yoga en el espacio Brazos Abiertos. Pero, como a raíz de las restricciones no se podían impartir, poco a poco fue creciendo en ella un anhelo rebelde de salir a un espacio público a hacer esta práctica en forma libre y gratuita. 

“Y el Universo siempre responde con ideas y señales. Así fue que el 11 de julio, me fui con mi colchoneta al parque de laguna Argüello para dar mi primera clase. El motivo y la invitación era asistir para elevar el sistema inmunológico”, recordó.

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Todo listo para iniciar la clase.

Desde entonces y si las condiciones climáticas lo permiten, todos los lunes y miércoles a las 15, un puñado de resistencianos –cuya cifra va en aumento-, asisten para “disfrutar de una dosis de medicina natural de yoga al aire libre, con muchos ejercicios de respiración, condimentados con muchas risas, pero que además es gratuito, sano y sin riesgos”, comentó Caro. 

A días de cumplir un año de este gesto “rebelde”, la profe recuerda muchos momentos emotivos como por ejemplo el haber festejado cumpleaños o que se hayan producido reencuentros no planificados. “Cuando las restricciones eran aún más estrictas, pasó que entre los asistentes había dos hermanas que -a raíz del aislamiento- no se vieron por varios meses, ninguna avisó a la otra que iba a ir a la clase y se reencontraron allí. Ambas no paraban de llorar de la emoción y por supuesto, esa emoción nos tocó a todos los demás, que también nos pusimos a llorar”, rememoró y el relato, la vuelve a sensibilizar. 

Y es que la conexión que se logra en estos espacios, trasciende lo meramente físico y tangible. 

El granito de arena de Steffi

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En plena clase en Punta Tacuara.

Stefanía Vizgarra es una joven correntina de 31 años que vivió varios años en Buenos Aires, dónde se formó como instructora de yoga. Ella, desde hace un tiempo vive de nuevo en Capital y desde el momento en que las restricciones por la pandemia del Coronavirus fueron más laxas en la provincia de Corrientes, da clases al aire libre en plena costanera capitalina. 

En esta entrevista con Quintaesencia -realizada vía WhatsApp- contó sobre su acercamiento con “hermosa disciplina”, tal como ella lo define. 

¿Cómo comenzó su relación con el mundo del yoga?

Creo que fue el yoga llegó a mí en el momento justo. Un momento de mi vida donde la mente se llena de preguntas y no encontrabas soluciones o no las podía ver. Seguramente a varios les pasó y saben de qué habló. 

Yoga para mí es esa respuesta a todas mis preguntas. Es volver al ser, a mirar todo con otros ojos. ¡La vida es simple, solo somos nosotros la que la complicamos! 

La disciplina que practico y enseño es Hatha Yoga, Ha- significa Sol y Tha- Luna y Yoga es Unión. El Hatha Yoga es la ciencia de producir el equilibrio entre estas dos dimensiones del sistema humano.

¿Cómo se dio la oportunidad de dar clases de yoga en la Costanera?

Tengo la oportunidad de estar en Punta Tacuara por el grupo de mujeres que trabajan con el gobernador de Gustavo Valdés, quienes conocieron mi trabajo y me dieron la posibilidad de brindar allí mis clases. Ya somos una comunidad yogui de entre 15 y 20 personas por clase.

¿Cuáles son los beneficios de la práctica de yoga?

Los beneficios son múltiples porque nos conecta con nosotros mismo a sentirnos seguros, algo que habitualmente tenemos olvidado. Además, eleva nuestro sistema inmunológico, nos ayuda a trabajar la ansiedad, el stress, aprendemos a darle al cuerpo lo que necesita calma, en todos los sentidos físico, mental y espiritual.

¿Cualquiera lo puede realizar y de qué depende la intensidad y periodicidad de la práctica?

Cualquier persona hombre o mujer sin importar la edad puede practicar con o sin conocimiento. Estamos acá para aprender juntos. Cada uno puede darle la intensidad que sienta, lo recomendable es hacer entre dos y tres veces por semana. Lo importante para todo cambio que queramos generar es la constancia.

¿Qué te dice la gente que le aporta asistir a una clase de yoga?

La gente se siente muy bien es lo que comentan, sienten que es un espacio dónde el tiempo está dedicado a ellos mismos. Los que hacen deportes tienen mejor rendimiento. Y a muchos los ayuda en las patologías que están transitando cómo cefaleas, hernias de disco, problemas lumbares, depresión, entre otros.

¿Qué te aportó a vos, como persona y como profesora, dedicarte a dar clases de esta práctica?

En lo personal, yoga para mí es un camino de conciencia, compasión y despertar. Como profesora, me aporta una gratitud enorme poder formar parte del camino de cada alumno, al final cuando ya no estamos, queda todo lo que aportamos en esta vida.

Las clases de Steffi son los lunes, martes y jueves por la mañana y por la tarde. Algunas clases son gratuitas y otras aranceladas. Los horarios dependen mucho del clima ya que son al aire libre.

Para saber más sobre estas clases, la pueden buscar en Instagram en las cuentas @steff_vizgarra  ó, @Steff.hathayoga.

Más info sobre yoga

En la actualidad, se practican varias formas de yoga y su éxito y el número de seguidores es cada vez mayor en todo el mundo.

En reconocimiento de su popularidad universal, el 11 de diciembre de 2014, las Naciones Unidas (NU) proclamaron el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga. 

Este año y en un momento en que la pandemia del Covid-19 continúa alterando la vida de las personas en todo el mundo, muchas voces se han levantado pidiendo abordar la dimensión de salud mental de la pandemia, además de los aspectos de salud física.

“El mensaje del yoga para promover el bienestar físico y mental de la humanidad nunca ha sido más relevante. Durante la pandemia se ha observado una tendencia creciente de personas de todo el mundo que adoptan esta práctica para mantenerse saludables y rejuvenecidos y para luchar contra el aislamiento social y la depresión. El yoga también está desempeñando un papel importante en la atención psicosocial y la rehabilitación de los pacientes con Covid-19 en cuarentena y aislamiento. Son particularmente útiles para aliviar sus miedos y ansiedad”, asegura una publicación NU difundida días atrás en conmemoración de esta fecha.

Reconociendo este importante papel del yoga, el lema de este año es Yoga para el bienestar, o lo que es lo mismo, cómo la práctica del yoga puede promover la salud integral de cada individuo.

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